GAMAZADA

GAMAZADA

Germán Gamazo

Germán Gamazo fue un político español, ministro de Fomento durante el reinado de Alfonso XII. Volvió a desempeñar esta cartera, junto a las de Hacienda y de Ultramar, entre el 11 de diciembre de 1892 y el 12 de marzo de 1894, durante la regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena.

En esta etapa se produjo la Gamazada, revuelta institucional y popular de Navarra en contra de Germán Gamazo, y la pretensión del estado español de suprimir el régimen fiscal foral, asimilándolo al general. Esta supresión no se llegó a aplicar porque Gamazo salió del gobierno por la reactivación de la guerra en Cuba en 1894.

LOS HECHOS

Diputados forales en época de la Gamazada

Las reivindicaciones de los fueros vascos se iniciaron en Vitoria con manifestaciones que continuaron en Vizcaya, Navarra y en San Sebastián, en esta última ciudad con incidentes trágicos en 1893. El ministro de Hacienda Germán Gamazo propuso aumentar la contribución anual de las provincias aforadas, autorizando al Gobierno a aplicar en Navarra y en las otras tres, los impuestos como en el resto de las provincias del estado español. La Diputación de Navarra, de carácter liberal, protestó formalmente ya

Estandarte de la Gamazada

que contravenía la Ley Paccionada de 1841. Fue secundada por ayuntamientos, prensa y a nivel popular por toda la provincia.

Las reuniones con Sagasta y Gamazo fracasaron, por lo que se convocaron manifestaciones en las cinco merindades, y otra gran manifestación en Pamplona para el 4 de junio de 1893. Manifestación que no se autorizó debido a ciertos incidentes violentos que ocurrieron en Puente la Reina.

A pesar de la prohibición del Gobierno español, el 4 de junio se juntaron más de 17.000 personas (algunos llegan a decir que fueron 50.000) de todas clases sociales y partidos políticos. La Corporación Foral, acompañada de “distinguidas personalidades de las provincias hermanas”, fueron al Gobierno Civil que entonces estaba situado en el Paseo Sarasate, donde fueron recibidos por el gobernador. Fue la mayor manifestación que se había conocido en Navarra hasta esa fecha. Desde la Diputación, a través de octavillas, se pidió orden y actitud de

unánime protesta contra las pretensiones del ministro Gamazo. El Orfeón Pamplonés cantó el Gernikako arbola para finalizar la protesta. Se reunieron más de 120.000 firmas en su contra, cuando Navarra contaba con unos 300.000 habitantes, Pamplona con unos 28.000. Se presentaron a la regente María Cristina con el título de Protesta Foral. En febrero de 1984 una representación foral se vuelve a reunir en Madrid con Gamazo. La reunión es tensa y al parecer el ministro amenaza con suprimir totalmente el régimen foral. Los diputados no transigen y regresan a Pamplona como héroes. A pesar de que la iniciativa del ministro de Hacienda fue aprobada por las Cortes por 99 votos contra ocho, la ley no se llegó a aplicar ya que Gamazo dimitió por el alzamiento en Cuba. Su sustituto propuso otra ley que nunca se llegó a aprobar en las cortes. A partir de entonces, de lo foral se hablaría con mucha mayor intensidad. A la Diputación ya siempre se le llamará Diputación Foral 

CONSECUENCIAS

A nivel institucional el conflicto terminó con Ley de 25 de octubre de 1839. Denominada de Confirmación de Fueros.

Isabel II niña. Durante su minoría de edad
reino su madre Dª María Cristina de Borbón

Doña Isabel II por la Gracia de Dios y de la Constitución de la Monarquía Española, Reina de las Españas y durante su menor edad, la Reina viuda doña María Cristina de Borbón, su Augusta Madre, como Reina Gobernadora del Reino, a todos los que en la presente vieren y entendieren sabed: que las Cortes han decretado y Nos sancionado lo siguiente:

Artículo 1º: Se confirman los Fueros de las provincias Vascongadas y de Navarra sin perjuicio de la unidad constitucional de la monarquía.

Artículo 2º: El Gobierno tan pronto como la oportunidad lo permita, y oyendo antes a las provincias Vascongadas y a Navarra, propondrá a las Cortes la modificación indispensable que en los mencionados fueros reclame el interés de las mismas, conciliándolo con el general de la Nación y de la Constitución de la Monarquía, resolviendo entretanto provisionalmente, y en la forma y sentido expresados, las dudas y dificultades que puedan ofrecerse, dando de ello cuenta a las Cortes.

Por tanto mandamos a todos los Tribunales, justicias, Jefes, Gobernadores y demás Autoridades, así civiles como militares y eclesiásticas de cualquier clase y dignidad, que guarden y hagan guardar, cumplir y ejecutar, la presente ley en todas sus partes. Tendréislo entendido para su cumplimiento y dispondréis se imprima, publique y circule.

Yo la Reina Gobernadora. Rubricado de la Real mano.

En Palacio a 25 de octubre de 1839.

A nivel social y popular, la defensa foral, fortaleció la unión con las otras tres provincias con régimen foral (Vizcaya, Guipúzcoa y Alava) haciendo causa común y reactivando el “Laurak Bat” (unión de cuatro o cuatro en una). Al himno por excelencia de la “gamazada”, Gernikako arbola, se le compuso una letra adecuada en castellano:

Navarra te saluda
Diputación Foral
y quiere que este canto
te dignes escuchar.

Nuestras vidas y haciendas
tuyas desde ahora son
y nadie a nuestros fueros
vendrá a echar un borrón
porque hay corazones
que te aman con amor
y quieren más la muerte
que vivir sin honor.

El paloteado de Monteagudo expresaba con estos versos en el verano de 1894 el sentimiento que produjo en las gentes esta Gamazada:

Pues si el Gobierno de España
sigue con sus pretensiones,
se tomarán en Navarra
serias determinaciones.

A la bandera foral
todo navarro se alista
y hacia el campo de batalla
sigamos todos la pista
para ir a concluir
con nuestros antifueristas.

[...]

Y si don Carlos promete
bajo formal juramento
de respetar para siempre
de la Navarra los Fueros,
que cuente con los navarros
que irán presto a defenderlos.

Pues también se nos ofrecen,
como si fueran hermanos,
los valientes alaveses,
vizcaínos y guipuzcoanos.

Vivan las cuatro provincias
que siempre han estado unidas
y nunca se apartarán
aunque Gamazo lo diga.

—Autor: Joselito Jarauta.

MONUMENTO A LOS FUEROS 

A finales del siglo XIX, tras la "Gamazada", mediante un movimiento popular en defensa de los Fueros, los navarros decidieron perpetuar la memoria de lo sucedido para transmitirla a las generaciones posteriores. Para ello se construyó el Monumento a los Fueros en Pamplona, ante el Palacio de Navarra. El proyecto seleccionado fue el realizado por el arquitecto pamplonés Manuel Martínez de Ubago y representa una figura femenina mostrando la ley Paccionada de 1841. Se construyó por suscripción popular, a cuyo fin se admitieron donativos de 25 céntimos a 25 pesetas. Las obras concluyeron en 1903. Pero el monumento no ha sido nunca oficialmente inaugurado.

La estatua, de 25 metros de altura, tiene una base pentagonal, cuyas cinco caras, simbolizan las cinco merindades de Navarra con varios pequeños escudos de pueblos y ciudades. Debajo hay cinco placas de bronce con las inscripciones que podemos ver en este enlace:

 http://www.pampiruna.com/placas%20monum%20fueros.htm

REFLEXIÓN

Desde hace un tiempo estamos escuchando continuamente y en especial en boca de Ciudadanos, la idea de suprimir el régimen foral de Vizcaya, Guipúzcoa, Alava y Navarra, ya que consideran que mantienen un privilegio que provoca desigualdad con respecto a otras comunidades autónomas del estado español. Mi sugerencia es plantear al Gobierno de Navarra la inauguración oficial del Monumento a los Fueros, como una forma de reivindicación de su legitimidad histórica, tal como queda inscrito en una de las cinco placas del Monumento. 

"La incorporación de Navarra a la Corona de Castilla fue por vía de la unión principal, reteniendo cada reino su naturaleza antigua, así en leyes como en territorio y gobierno".